Se termina Octubre y nosotros volvemos. Siempre
es bueno volver a los lugares donde uno es feliz. Y todo lo que tenga que ver
con Estudiantes de La Plata genera algo bastante parecido a la felicidad.
Se termina Octubre, un mes muy especial en la
vida de cualquier Pincharrata. En Octubre fuimos los reyes del mundo, en
Octubre dimos por terminada una rivalidad que solo se sostiene por la proximidad
y porque siempre hay que buscar un enemigo a quien enrostrarle lo mucho mejor
que uno es.
La actualidad nos encuentra eliminados de la Copa
Argentina, fuera de la lucha por el torneo local y complicados en cuanto a la
permanencia en la Copa Sudamericana. Pero si hay algo que caracteriza a este
espacio es tratar de marcar errores y aciertos, buscando rescatar lo positivo,
que, dicen, siempre en algún lado aparece.
La eliminación de la Copa Argentina ya parece
haber quedado muy lejos, pero lo cierto es que Estudiantes de La Plata
desaprovechó una gran chance de lograr una Copa que no tiene en su haber
primero y asegurarse un lugar en la próxima edición de la hermosa Copa
Libertadores de América, después. La eliminación sigue doliendo porque quedó la
sensación de que el equipo pudo haber hecho mucho más de lo que hizo aquella
noche en Formosa. Un partido contra un rival visiblemente inferior, emparejado
por un campo de juego penoso y por la falta de determinación de Estudiantes de
La Plata. Así y todo, pudimos haber pasado, pero los penales fueron ejecutados
de la misma manera que se jugó el partido.
El torneo local fue quedando a un costado a medida que pasaba el tiempo y el equipo sostenía
la triple competencia. Humildemente, parece un poco exagerado haber realizado
una rotación tan profunda (en cuanto a cantidad de cambios) y tan temprana.
Pero fue el camino que se tomó, y pudo haber salido bien, pero no salió tan
bien a la luz de los resultados, medida de todas las cosas en el fútbol. El
constante cambio de nombres terminó atentando contra la idea de juego de un
Cuerpo Técnico serio, trabajador, pero que también esta realizando sus primeros
pasos y se equivoca como nosotros en la oficina. Lo realmente importante del
asunto es que los errores se identifican y se corrigen en más de una ocasión.
Pellegrino llegó con una idea de equipo, con un dibujo táctico a la europea,
con 4 defensores, 2 medios centros, una línea de 3 delante de ellos y 1
centrodelantero. Se dio cuenta que no funcionaba y cambió. Cambiar, en nuestra
escuela de fútbol y de vida, esta lejísimo de considerarse un defecto, mas bien
es una virtud y hasta diría que, en ciertas ocasiones, una obligación.
Pragmatismo. Pellegrino lo tuvo en el momento que decidió volver al conocido
4-4-2. Por supuesto que siguen existiendo cuestiones a mejorar, pero desde aquí
se reivindicará siempre a quien trabaje seriamente, reconozca equivocaciones y
corrija en consecuencia.
La Copa Sudamericana comenzó con una
eliminación a los primos, con un segundo partido en el cual se demostró la
diferencia de equipos: el resultado quedó muy corto, Estudiantes de La Plata no
tuvo la efectividad para plasmar en la red todas las ocasiones de gol que
generó esa noche, sumado a una gran actuación del arquero rival. Después llego
Peñarol, y con él toda esa impronta bélica que toda Copa tiene para nosotros,
los de Estudiantes de La Plata. Fueron dos partidos muy duros, dos equipos que
se respetaron y brindaron una verdadera serie copera. Aquel partido en el
Centenario, con Hilario Navarro como gran protagonista en los penales y con un
Guido Carrillo bestial, ha sido una gran muestra de carácter del equipo. Y por acá
viene lo que tendremos que rescatar de este semestre lleno de partidos y
torneos.
Hace solo dos días Estudiantes de La Plata recibió
a River Plate para jugar el partido de ida de los cuartos de final. El mejor
River de los últimos muchos años vino a La Plata y mostro y demostró porque
todos hablan de él. Después de un primer tiempo de muy bueno para excelente de
Estudiantes de La Plata, donde Pellegrino mando a presionar bien arriba al
equipo, acertando en la conformación del once inicial con un medio batallador,
River lo supo ganar con la certeza del que se sabe mejor, con esa tranquilidad de equipo
sabelliano, que no le importa lo que vos hagas, él sabe que tarde o temprano te
va a torcer el brazo y te va a ganar. Con suerte o sin ella, con penal a Roman
Martinez o no, River en 20 minutos desplegó lo mejor de su repertorio y le
alcanzo para llevarse un 2 a 1 a favor que parece un resultado que lo deja en
la puerta de las semifinales. Habrá que esperar un gran partido de Estudiantes
de La Plata, un partido inolvidable, 95 minutos como ese primer tiempo para
soñar con la clasificación. Todos sabemos que es muy difícil. Casi imposible. Casi.
Nuestro hermoso himno, que seria bueno que entonemos cada día para recordar
nuestros valores primarios, dice “no te declares jamás vencido, aunque mil
veces en la lucha caigas”. Los partidos hay que jugarlos.
Otra de las frases de nuestro himno es “Adelante
Estudiantes, adelante, con el aire cabal del vencedor. La derrota y el triunfo
son instantes. Y el laurel no es eterno en su verdor”.
Y aquí quería llegar (¿podría haberla hecho
mas corta, no? Sepan disculpar, había ganas de escribir hace mucho). ¿Qué es lo
que podemos sacar de bueno de este semestre? Fuera de una copa, fuera del
torneo, casi fuera de la otra copa. ¿Qué hay de bueno?
Me pongo a pensar y recuerdo torneos
anteriores al 2006 ¿cuantos torneos pasaron peleando los primeros puestos hasta
ganarlo? ¿Cuantas participaciones en copas hasta el Mineirazo? Lo más
importante, lo único, es ganar. Pero el que piense que se tiene que ganar
siempre no entendió nada o no entendió mucho. La lógica resultadista intenta
por todos los medios ganar, pero creer que nunca vas a perder es tan absurdo y
torpe que hasta parece innecesaria la aclaración, pero como siempre hay alguna
chicana dando vueltas, lo aclaramos.
Un equipo con muchos jugadores surgidos de la
cantera del club, un equipo joven, que comienza a tener roce internacional, que
empieza a toparse con compromisos de alto nivel. Todos queremos ganar. Pero no
siempre se gana. Y cuando no se ganan partidos hay que ganar por otro lado.
Porque siempre hay que ganar. Y Estudiantes de La Plata esta retomando
paulatinamente el camino hacia un futuro mejor. Es el momento de aprender para
muchos: Jara, Rosales, Gil Romero, Auzqui, Correa, Carrillo. Todos ellos ya
saben lo que es jugar en la primera de Estudiantes de La Plata. Ahora es el
momento de dar un paso mas, enfrentar desafíos superiores y ganar experiencia.
Ganar.
La clave será sostener ciertas cuestiones y
acomodar otras. No desmantelar la base de este equipo. Incorporar refuerzos
titulares en zonas clave. No sostener lo insostenible y no dilatar decisiones
que, aunque dolorosas, se deben tomar. Porque primero esta Estudiantes de La
Plata, nuestro amado Estudiantes de La Plata.
Apoyemos a este equipo, desde la critica constructiva,
tan necesaria como el reconocimiento de los aciertos con un halago que no sea
desmedido sino sincero. A nadie le sirve que lo defenestren o lo endiosen. No
gana nadie (y volvemos a la palabrita…siempre hay que ganar).
Trabajemos todos para que, como dice nuestro
himno, la nuestra sea “la casaca bicolor triunfante”
7 abrazos!
PD: Pasen por aca para leer y escuchar esas
hermosas estrofas.
Genial, Manu. Felicitaciones
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo contigo. Excelente análisis.
ResponderBorrarAbrazo Pincha
Gracias muchachos! Y Vamos Pincha todavia!
ResponderBorrarMuy buen posteo, Manu
ResponderBorrarGracias Omar! Un abrazo!
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