miércoles, 9 de abril de 2014

Héroe del Silencio

Ruido. Este mundo está lleno de ruido. Nadie sabe muy bien para que, ni porque, pero…Ruido. Los micrófonos de las radios están saturados de palabras, de sabios iluminados que discuten verdades, que nos proponen hacer aquello que ellos no harían ni soñando. Ruido.

Generalmente, la palabra líder está asociada a aquél que lleva la voz cantante dentro de un grupo de gente, ese que sale a dar la cara ante el resto de la civilización y defiende a los suyos a como dé lugar, porque esa es su función. Sucede que muchos solo se quedan allí, en palabras, y no llevan a la práctica ese liderazgo, pasando a ser voceros. El líder antes que con la palabra, habla con la piel, con el alma, con la sangre y el sudor de su frente.

Definitivamente, y no está mal que así sea, muchos líderes necesitan verbalizar aquello que piensan y hacen, porque también, es una manera de transmitir a los que vienen detrás cual es el camino correcto.

Pero están los otros. Esos tipos que parece que no están. Pero están siempre. Esos que no dicen nada. Pero hacen todo. Un líder silencioso no es menos líder, al contrario: es tan claro con sus actos que no le hace falta hablar, no necesita que lo escuchen para saber lo que piensa, necesita que lo vean actuar. Al fin y al cabo, a las palabras se las lleva el viento o algo parecido al olvido. Las acciones quedan grabadas en la memoria de la gente,  marcan un antes y un después, son capaces de transformar la realidad.

Como no podía ser de otra manera, llegó en silencio. Y así, permaneció todos estos años. Porque no hay nada para decir. Todo se hace. Si quieren saber que opina, vayan y véanlo, no hay más que eso señores, no se necesita una conferencia de prensa, con verlo por la banda izquierda, o la derecha, o por el medio, o donde el equipo sea que lo necesite, él esta. Siempre esta. Porque los lideres siempre están, no hay que llamarlos, no hay que pedirles nada. Están.

De esta manera,  logró marcar a fuego su nombre en nuestra hermosa historia. Se ganó un lugar en el corazón de todo hincha de Estudiantes de La Plata. Haciendo lo que tenía que hacer. No hizo falta explicarle nada, si parecía que se había criado en el Parque Saavedra y no en el Parque Independencia. Pero no, el es leproso, o, como humildemente me permito llamarlo, un León con Lepra en la sangre.

Nunca está de más agradecer y esta es una buena oportunidad querido Germán Ré. Todos los hinchas de Estudiantes de La Plata te acompañamos en este y en todos los momentos gratos y de los otros que te toquen pasar, porque así somos, así es nuestra familia pincharrata. Lo mejor colorado, guerrero, soldado de mil batallas, obrero indispensable para construir una de las hazañas más memorables de nuestra historia, aquella que nuevamente nos llevó a tocar el cielo con las manos, donde volvimos a ser LA GLORIA. Gracias por tu temple, por tu corazón, tu coraje y determinación. Gracias por no guardarte nada. Por todas las patadas que había que dar y diste, gracias por eso también, acá se valora todo. Cuando quieras acordarte, vas a estar nuevamente dentro de una cancha, a donde a vos te gusta hablar. Nosotros, desde la tribuna, juntaremos nuestras manos, las haremos sonar lo más fuerte que se pueda y haremos que el ruido valga la pena. Al fin y al cabo servirá para devolver tanto silencio demoledor, tanto hacer.

El Mineirao enmudeció, quizás porque no se pueda decir nada ante un Héroe del silencio.


7 abrazos!

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