“ Quizá los siguientes días
sigan siendo terribles y grises,
puede ser… pero puede que no”
Faltan pocas, muy pocas horas
para que Estudiantes de La Plata enfrente a River Plate en el partido de vuelta
por los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Pero parece que el partido ya
se jugó.
Pellegrino confirmó la alineación:
Hilario Navarro en el arco; una línea de cuatro defensores, con Aguirregaray
volviendo al lateral derecho, los centrales de siempre, Rosales por izquierda;
un mediocampo con la sorpresa de Leo Jara, jugando de doble cinco, posición original
del correntino, en donde debutó hace ya un tiempo, un día del padre, si la
memoria no me falla, contra Colon de Santa Fe, día de lluvia o un día tan gris
que lo recuerdo como lluvioso y de poco público, entre ellos quien escribe. Gil
Romero de medio centro con mayor marca, Auzqui ganándole la pulseada a Cerutti
por derecha, Correa por izquierda. Carrillo y Vera, adelante.
Estudiantes necesita ganar. Y no
solo eso, si quiere mantenerse con vida y pasar a semifinales. Tiene que hacer
dos goles de mínima para igualar los tantos de visitante que hizo el rival. Con
dos goles convertidos, después habrá que empezar a hacer cuentas. Pero de mínima
eso, dos goles. Contra este gran equipo que es River. En el monumental. Sin público
visitante. Difícil ¿no?
Como decíamos, para algunos
parece que el partido ya se jugó o que no tiene sentido que se juegue, que es más
o menos lo mismo. El ganador ya es River. Es más, hasta ya están pensando cómo
jugarle a Boca en semifinales, porque éste también ya gano sin jugar.
“Nada se puede predecir
con exactitud, siempre queda un margen de incertidumbre en el conocimiento
humano”…esas son palabras que tomo
para explicar esto que, más de uno, ya sabrá.
¿Qué es lo más probable? Que River pase de ronda y juegue la semifinal.
Inclusive, lo más probable, es que gane el partido que jugarán en un rato. Porque
el rendimiento así lo marca, porque los números lo sustentan, porque de un lado
hay un equipo arrollador y del otro lado un equipo joven, con buenos jugadores,
pero que le falta consolidarse.
Pero fíjense que nunca se ha visto a un equipo ganar antes de jugar. O
no en condiciones normales. Siempre se deben transitar esos noventa y pico de
minutos que separan al ganador de su victoria. ¿Qué le queda al, muy probable,
perdedor? Vender cara su derrota. Si el otro es mejor, entonces que lo
demuestre. Nadie se va a sorprender. Nadie va a poner ningún grito en ningún cielo
si el que iba a ganar finalmente gana. Porque eso es lo que todos esperan,
pronostican y hasta aseguran que pasará.
Estudiantes de La Plata hoy tendrá que hacer el mejor partido en mucho
tiempo para poder conseguir eso que casi nadie cree que pueda hacerlo. Tendrá
que dar el máximo de sus posibilidades en cada centímetro de esa enorme cancha.
Todos sabemos que es difícil. Pero también que no es imposible, como
nada en este mundo, menos en el futbol. Y por mas cursi y empalagoso que usted
sienta que es este relato, le pido que vea el partido de hoy con la esperanza
de que no todo está perdido, de que hay un espacio para pensar en que no todo está
escrito, que es el hombre el que escribe su propio destino y que intentar es
una obligación.
Estudiantes de La Plata tiene la obligación de intentarlo. Y allí estaremos,
esperando que lo probable no se cumpla, porque siempre hay un espacio para lo
imprevisto, lo inesperado.
7 abrazos!
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