martes, 14 de abril de 2015

Docente y Decente

Los finales felices no se inventaron para el fútbol. Son pocos los casos en los cuales, un entrenador deja su cargo en un momento donde la realidad de su equipo le sonríe (habrá algún caso que, lo único que hace, es actuar como aquella excepción que confirma la regla).

Muchas cosas podría decir en estos momentos: podría pasarme todo el puto post hablando de fútbol, de mi humilde opinión sobre el presente del equipo. Si, podría…pero no. No es el momento. Éstas palabras no tienen que ver con el fútbol, ni con el presente, ni  con el futuro.

Recuerdo como usted, Mauricio, llegó al club: era la segunda vez que su nombre resonaba con fuerza por las calles de mi ciudad para hacerse cargo del primer equipo. Un equipo, allá por 2013, que no era ni la sombra de lo que había sido unos años antes: últimos en la tabla de posiciones, con el descenso comenzando a ser tema de conversación.

Usted y su grupo de colaboradores, Mauricio, consiguieron que ese equipo renazca, lo levantaron del piso y le dieron una entidad.

Allí sufrió la ida de Zapata, sin dudas, una pieza fundamental. Pero en el plantel aparecieron nuevos valores. Aparecieron porque usted les dio esa posibilidad: Rulli, Jonatan Silva, Leo Jara reinventándose de lateral por derecha, Gil Romero, Correa, Guido. Y el equipo siguió elevando su nivel. Tanto que comenzó a pelear en el lote de arriba. Y otra vez las ventas (necesarias, inevitables quizás, no lo sé).Vinieron nuevos jugadores: algunos se adaptaron y otros, lamentablemente, no, pero para ese entonces, ese equipo que en 2013 estaba último, se encontraba jugando, nuevamente, una competencia internacional. En el medio, surgió una mancha que hoy día me cuesta superar por la forma en que se dio (la eliminación en Formosa por Copa Argentina). Mas es totalmente justo decir que, Estudiantes de La Plata, estuvo a la altura de las circunstancias en la Copa Sudamericana: la eliminación en manos de River comprueba que los hinchas de Estudiantes de La Plata no exigimos ganar, no Mauricio, exigimos que se agoten todas y cada una de las posibilidades para ganar, exigimos trabajo, sacrificio y reflexión para encontrar la mejor forma, la que más nos acerque a ganar. Por eso ese equipo, su equipo, estuvo a la altura de la competición, aquella vez.

Lo que va de este año no ha sido bueno, todos lo sabemos: se fue Correa, vinieron muchos jugadores con cierto nombre que aun no han colmado las expectativas (no han llegado los refuerzos necesarios, un arquero titular y un central de nivel y en plenitud, permítame la opinión, llegaron jugadores para un salto de calidad pero nos faltan piezas básicas, quisimos correr en fórmula 1 sin casco y con poca nafta), varios lesionados, un calendario apretado, una sucesión de resultados negativos. La falta de respuesta de los jugadores es evidente y la desconexión con la dirigencia también, usted mismo lo ha dicho. Seguramente hará un balance e identificará errores: yo tengo mi opinión al respecto, creo que ha tenido algunas fallas, pero no tengo ganas de que estas líneas vayan hacia esa dirección.

En la vida hay que ser Docente y Decente. Tener el valor de tener valores”…esas palabras, las oí, hace un par de años, de la boca de uno de nuestros más grandes referentes (Alejandro Sabella).

Déjeme decirle, Mauricio, que usted ha honrado el puesto que ocupó durante estos dos años. Déjeme decirle también, que me he sentido representado por sus formas y sus palabras: usted ha sido un ejemplo fiel de lo que pretendo para un director técnico de Estudiantes de La Plata. Y no hablo de futbol ¡A la mierda con el futbol! Hablo del profesionalismo y del respeto que tuvo hasta el último día, hasta hoy. Usted ha sido Docente y Decente, Mauricio.

Ojala que mi amado club, encuentre un entrenador que este a la altura del puesto que ocupará.

Ojala que usted, y su gente, puedan encontrar un club donde puedan seguir demostrando seriedad, profesionalismo y honestidad.

Gracias Mauricio, de corazón, lamentablemente este paso suyo no tuvo un campeonato, pero es una falacia absoluta eso de que “si no se gana no sirve”. Hizo mucho para ganar, con errores y virtudes, y eso, este humilde pincha, no lo olvidará.

Éxitos, esos que se merecen los buenos tipos como usted, Mauricio.


7 Abrazos!

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