martes, 26 de marzo de 2013

Aca hay una escuela


Pragmatismo. Haciendo una búsqueda muy sencilla y rápida, encontramos que el pragmatismo es una corriente filosófica, la cual sostiene que “sólo en el debate entre organismos dotados de inteligencia, y con el ambiente que los rodea, es donde las teorías y datos adquieren su significado. Rechaza la existencia de verdades absolutas, las ideas son provisionales y están sujetas al cambio, a la luz de la investigación futura”.

Esta corriente filosófica, es utilizada en infinidad de campos, en multiplicidad de situaciones, mas no creo que haya un escenario más apropiado para utilizar esta línea de conducta que no sea el deporte: la competencia deportiva exige solo una cosa (Ganar) y establece ciertos limites para llegar a ese objetivo, pero no especifica las formas, solo les da una finitud. Establece tajantemente el fondo, estableciendo algunas prerrogativas para las formas, solo algunas.

El fútbol, en tanto competencia deportiva, cuenta con un único objetivo claro y específico que es ganar, y para hacerlo, hay que hacer más goles que el rival (parece una sonsera que nos detengamos a explicar esto, pero les aseguro que hay seres humanos que aún no se enteraron de la novedad). Claro está, que también se deben cumplir ciertas reglas, que son las que establece el reglamento impuesto por la IFAB (International Football Association Board): marquemos bien esto, el único reglamento válido para la práctica del fútbol profesional es el que impone la IFAB. Por lo tanto, todo aquello que se desarrolle dentro de un campo de juego y que respete dicho reglamento esta permitido.


Cuando Osvaldo Juan Zubeldía arribó a la ciudad de La Plata, allá por enero de 1965, muchas de las cosas que hoy vemos habitualmente en el fútbol no existían: jugadas con pelota parada, utilización del off side como recurso defensivo, preparación física, estudio del rival, pizarrón, concentraciones previas al partido, córners con pierna cambiada. O, en realidad, si existían, pero ningún “organismo dotado de inteligencia, considerando el ambiente que lo rodeaba, le había dado a esas teorías y datos un significado”, hasta que Osvaldo Juan Zubeldía se lo dio: todo eso que encontró significó ganar. Y se canso de ganar… ¿se canso? No creo, muy por el contrario, era una persona que develaba sus propias “teorías” para que el rival las neutralice y así tener que pensar nuevas estrategias para volver a darle ese bendito significado: ganar.

Pasaron los años, y alguien se dío cuenta que aun quedaban cosas que podían ser descubiertas, que “no existían verdades absolutas, sino que las ideas están sujetas al cambio, a la luz de la investigación”.

El mejor estudiante, Carlos Salvador Bilardo, le hizo honor a su profesor y continuó su legado. Pero… ¿Cuál era su legado? ¿Jugar con un determinado sistema táctico?, ¿apostar únicamente a una idea?, ¿utilizar siempre los mismos recursos? No, definitivamente no, brutalmente no. El legado era (es) determinar una táctica y una estrategia tal, que permitan llegar al objetivo, teniendo en cuenta el contexto y los recursos con los que se cuenta. Y para eso había solo una condición: el trabajo incansable, la obsesión por llegar a cumplir el objetivo final, único, que el deporte ofrece.

Es así, que a este organismo dotado de inteligencia, se le ocurrió (entre otras tantas cosas orientadas mas que nada al abrumador cuidado en los detalles, esos que separan a los ganadores de los otros), además de mantener y profundizar lo ya descubierto por su antecesor, innovar tácticamente…Tanto innovó, que terminó inventando una de lasdiez tácticas reconocidas en el siglo pasado por FIFA: 3 defensores, 5 mediocampistas, 2 puntas. Y, adivinen ¿que paso?…Ganó.


Ambos, Zubeldía y Bilardo, sufrieron ataques de todo tipo y color. El éxito los condenó a la gloria y, al mismo tiempo, a la crítica desmedida, injustificada, despiadada, vacía. Se los acusaba de ser anti-futbol, es decir, dos de los técnicos que lograron, más de una vez, alcanzar el único objetivo que el futbol impone, fueron acusados de ser lo contrario al futbol, así de absurdo, así de burdo y obsceno. Las razones son variadas, económicas fundamentalmente: a ningún sector poderoso le servía que Estudiantes de La Plata saliera campeón en los años 60 (muchos menos ahora: la postura se mantiene vigente y aquí estamos para resistir y molestarlos de tanto en tanto), mucho menos que Bilardo, con la misma idiosincrasia que Don Osvaldo, venga a ser campeón del mundo con el seleccionado nacional. Tanto fue el odio acumulado, que los detractores perdieron de vista el sentido de competir. Para ellos ya no importaba ganar, había que jugar bien, como le gusta a la gente. Esto de hablar en nombre de la gente es común en nuestro país: cualquier hijo de vecino habla en nombre de la gente, arrogándose la capacidad de representar a todos. Como dijo uno que sabe bastante de esto: “no digas mucha gente, porque la gente aca no esta, me estas preguntando vos”… Y en cuanto a jugar bien…todavía sigue sin repuesta esa pregunta: ¿que es jugar bien? ¿Poner 5 delanteros y 3 enganches? ¿Tener 85% de posesión de pelota? Quien sabe…creo que nadie lo sabe, o todos. El punto es que definir el termino “jugar bien” tiene que ver estrictamente con el sujeto: es el hombre el que dice que esta bien y que esta mal, se determina a partir de gustos y preferencias, no de bases objetivas. Es algo así como decir que comer dulce de leche granizado esta bien (porque a mi me gusta) y comer kinotos al whisky esta mal (porque detesto ese sabor de helado que a mi viejo le encanta). Lo único que Si se puede determinar en el fútbol y es lo verdaderamente importante, en tanto competencia que pide ganar, es qué es jugar mejor que el rival: jugar mejor que el rival es hacer un gol más que éste, y eso es objetivo, por más posesión de pelota o planteo táctico. Entonces sería bueno, según esta humilde opinión, que usemos mas la expresión “jugo mejor que” y menos “jugo bien”.


Ya en la actualidad, hay quienes siguen sosteniendo que “no hay verdades absolutas; que los organismos dotados de inteligencia, reconociendo su entorno, son los que le dan significado a las teorías y los datos”.

En los 60 fueron las pelotas paradas, el pizarrón, los videos, las concentraciones…

En los 80, además de aquello, se agregó una innovación táctica, con respecto a la ya experimentada revolución 20 años antes…

Hoy, el legado, la continuación de una obsesión incansable, la persistencia innegociable, la toma de la mano Alejandro Sabella.

Y se llama cámara hiperbarica, tubos de oxígeno pequeños para usar durante el partido, Basanta porque juega en la altura,  jugar 4-2-3-1 de local y, reconociendo el ambiente y los recursos, disponer un 5-3-2 en La Paz. Esto además de profesar un amor profundo hacia el TRABAJO, común denominador de estos tres iconos del futbol. Es que sin TRABAJO no existirían las diferentes formas, sin el esfuerzo por ser cada día mejor, no habría mas que la verdad actual, que seria la absoluta, pero, para estos tres muchachos “no existen verdades absolutas”, lo único que existe es un objetivo: ganar.

Al principio, ese mismo sector que castigó a la dupla Zubeldía-Bilardo, intentó incorporar a Alejandro Sabella a ese grupo, el de los técnicos anti-futbol, criticando todas y cada una de las decisiones que tomaba. Pero las cosas han cambiado. Y ellos lo saben. Han perdido largamente la disputa y, lejos de reconocerlo, tratan de impedir que otro representante del pragmatismo zubeldiano-bilardista se lleve laureles que pretenden apropiarse para ellos y su “jugar bien”. La innumerable cantidad de jugadores que constantemente se deshacen en elogios para con el cuerpo técnico de la selección deja muy mal parados a estos señores ¿Cómo decir que Sabella es el anti-futbol, cuando Messi, Mascherano o el que sea, salen a decir que están muy contentos con el trabajo en la selección? Lejos de desistir en su lucha, reformulan el discurso: “Sabella NO es bilardista” dicen, es decir, no representa a la escuela de Estudiantes de La Plata. Es muy burda la jugada: como ya perdieron la batalla contra el supuesto “anti-futbol” intentan quitar de ese sitio a Sabella…y ¿que fundamentos esgrimen? Ofrecen, enérgicos, una nota donde Sabella se autoproclama PRAGMATICO. Ellos mismos nos sirven en bandeja el fundamento por el cual su sentencia (“Sabella NO es bilardista”) es incorrecta. Y se detienen en Bilardo. Los molestó demasiado el Doctor. Les sigue molestando. Reducen el planteo a ser bilardista o no serlo. Cuando en realidad, el bilardismo se incluye en algo mucho mas grande, que es la Escuela de Estudiantes de La Plata, la de Los Profesores, La Tercera que Mata, Mangano, Ignomiriello, Zubeldia, Geronazzo, Mareli, Kistenmacher, Bilardo, Madero, Manera, Veron y mas…mucho mas. Sostienen que Sabella no es bilardista porque es pragmático y en realidad, Sabella es el representante actual de la Escuela de Estudiantes de la Plata, la tercera generación de una escuela, justamente por ser pragmático, por poner por encima de todo, el único objetivo que tiene el fútbol: Ganar, reconociendo que para alcanzarlo hay mas de una manera lícita que se puede desarrollar dentro de la cancha.

Pues bien, reconociendo que es imposible separar al bilardismo de Estudiantes de La Plata, la segunda fundamentación (mas absurda que la primera) intenta alejar a Sabella de nuestro club: “Sabella estuvo menos de cuatro años en Estudiantes, nació en River, compartió diez años el cuerpo técnico con Pasarella”. 


Evidentemente estamos en presencia de sujetos que ignoran la historia de Estudiantes de La Plata, o pretenden negarla, que es bastante distinto. O acaso ¿Zubeldía nació en La Plata?, ¿se crió por las diagonales de nuestra ciudad y sus recientes biografías mienten cuando dicen que fue Junín la ciudad que lo recibió en este mundo? ¿Y Bilardo? ¿Nació en Barrio Jardín? ¿Fue al Normal uno de chiquito? Ni Zubeldia, ni Bilardo, ni Sabella, nacieron en La Plata…es mas, no nacieron hinchas de Estudiantes de La Plata: la vida los trajo hasta aquí y ahí si, ellos eligieron PERTENECER porque este club los traspaso de lado a lado. 
Aquí formaron los mejores grupos de hombres que supieron tener a su cargo para conseguir, por medio de la dedicación extrema, el fin último: Ganar. Aquí lograron SER. Los tres a partir de un todo que los incluyó, a ellos y sus compañeros de ruta, elementos fundamentales. El TODO por encima de las PARTES. “Si uno se cae, nos caemos todos”. Eso decía Sabella en la única charla que pude presenciar.


Trabajo. Múltiples formas. Sentido de Pertenencia. Un todo que supera a las partes. Un solo objetivo.

Zubeldia – Bilardo – Sabella.

Pragmatismo. Escuela. Estudiantes de La Plata.

7 Abrazos!

PD: un agradecimiento especial para @mazypincha por su aporte.






10 comentarios:

  1. Sencillamente Magistral... No hace falta agragar mas.

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  2. Manu, como de costumbre nos has dejado un notable aporte para la infatigable (y gratísima) tarea de divulgar la filosofía, los principios y la historia de la Escuela Pincharrata.

    Digo infatigable porque siempre estarán los detractores de mala fe, los necios y los que -simplemente- piensan diferente porque están en todo su derecho para hacerlo. La concientización, por lo tanto, no debe detenerse nunca. Menos aún cuando el avance de las generaciones jóvenes aporta permanentemente leones y leoncitos ávidos por instruirse y conocer los 'por qué', los 'cuándo' y los 'cómo' de las 11 estrellas que lucen en sus casacas.

    Y digo gratísima porque es un verdadero placer ver como poco a poco esos leoncitos van mamando nuestra idiosincracia, y van haciendo de nuestra escuela, SU escuela.

    Tu mérito en ese sentido es enorme.

    El abrazo de siempre.

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  3. ...


    Manu, extraordinario posteo


    Lo que todos pensamos, bien escrito, bien ilustrado y de una lógica inexpugnable


    Te felicito


    Abrazo


    ...

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  4. jrf028/lionheart/El Comandante:

    Gracias por comentar y por sus palabras, no hacen mas que generar mayor compromiso y ganas de seguir adelante.

    Un afectuoso saludo

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  5. Un lujo Manu, de pe a pa.

    Gracias por representar en palabras lo que todos los pincharratas pensamos.

    Abrazo grande!

    #SoldadoDeSabella #AcáHayUnaEscuela

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  6. Manuel, no es una sorpresa tu dedicación y tu aporte por divulgar la pensamientos de nuestra escuela.
    Una lectura obligada para todo Pincharrata y como dijo Lion, un material q sirve para instruir a nuestros leoncitos
    Salud Manu!!!

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  7. Gracias Manu!!! Nuestra escuela da cátedra en la cancha y ustedes (MazyPincha, el Laboratorio, vos y tantos otros) la sostienen en las redes! Gran trabajo!!!

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  8. ¡Excelente, Manuel!
    Y ojo, que no soy pincharrata! (?)
    Abrazo escolar.

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  9. Excelen7e MANU...muy comple7-0.

    Para repasar concep7-0's.

    Y refrescar NUES7RA ESCUELA...

    Salu77e's!

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