Esto ya
se los he contado a los que me conocen personalmente. Pero la ocasión amerita
que se vuelque al papel virtual.
Mi
viejo no es un fanático del fútbol, no va a la cancha, no sigue los partidos
con la atención que un enfermo del tablón (como quien escribe) lo hace. Solo se
encargó de hacerme conocer lo que a él le parecía lo mejor, como creo que todo
padre intenta hacer en la medida de sus posibilidades: aquello que me mostró
terminó siendo mi primer amor, Estudiantes de La Plata.
El caso
es que, las discusiones sobre fútbol igualmente se desarrollan en el seno
familiar: mas de una vez, mi viejo y yo, hemos intercambiado opiniones (mas
cercanas las futbolísticas que las políticas, como podrán imaginarse) sobre cómo
juega este jugador, qué nos pareció aquel equipo.
Todas y
cada una de esas conversaciones tienen un denominador común: todo intercambio
de posturas culmina con una frase que inexorablemente aparece, como si
estuviera agazapada allí, entre las sombras, aguardando el momento justo para
hacer su ingreso: “vos háblame del jugador que quieras, pero no va a haber, en la
historia, uno mejor que Marcelito Trobbiani”…y allí se baja el martillo, ya
nada se puede decir, el juez ha dictado sentencia y no hay posibilidad de
apelar.
Es
evidente que Marcelo Trobbiani no es el mejor de la historia, ¿o si?… es el
mejor de la historia de mi viejo, es el que lo atravesó, el que lo llenó de alegría,
el que produce que utilice palabras que le iluminan la cara, como si hablara de
su papa o de su tío Dionisio, ese que le enseñó a pescar cuando de pibe se iba
de vacaciones a Corrientes. Tendrían que verlo y escucharlo: “Marcelito
Trobbiani”…siempre “Marcelito”, nunca Marcelo o Trobbiani a secas, y es lógico,
el tipo habla desde el amor, desde la admiración infinita y eso lo acerca al
otro, lo ubica en un lugar de afecto invaluable…”Marcelito Trobbiani”.
Afortunadamente,
tuve la posibilidad de vivir una de las tantas épocas gloriosas de nuestro
amado Estudiantes de La Plata y, como mi viejo, también tengo predilección por
un jugador.
Se cae
de maduro que, de esta elección, se excluye al jugador mas preponderante de la
historia del club, porque ser un simple mortal era el único requisito
excluyente, con lo cual, seres que trascenderán su propia figura corpórea quedan
fuera.
Volvamos
a la tierra…naturalmente muchos son los jugadores que han dejado una huella en
nosotros de un tiempo a esta parte: podríamos nombrar desde Andújar a Pavone,
pasando por el gran Chapu, Agustín, el Chavo o el Chino, entre otros…cada uno tendrá
su preferido y eso excede completamente cualquier análisis objetivo, acá
estamos hablando de otra cosa, de algo que no se explica, de una energía
especial que uno siente cuando ve a ese tipo con la roja y blanca puesta, con
lo cual, tratar de coincidir o debatir sobre esto no tiene sentido o lo tiene,
pero no para tratar de cambiar al otro sino para compartir pareceres, que también
es algo reconfortante sin dudas.
Como
alguna vez escribí en “De hacer goles importantes”, “…No lo vas a ver
haciendo el quinto gol de un cinco a cero. Es más, probablemente en un partido
de esas características hasta juegue mal. Es que el tipo nació para sobresalir
cuando el opaco mundo se apropia de la escena. Para brillar en la soledad de
los elegidos. (…) El muchacho no es alto, ni rápido…no te deja a tres tipos
desparramados por el verde césped. No es goleador de raza, tampoco un enganche
de los de antaño, se tira al piso mucho menos de lo que los sabiondos de la
tribuna quisieran. “. Lo único que tiene, y que lo hace único
para este humilde servidor, es su técnica y una inteligencia fenomenal, una
lucidez para jugar al fútbol envidiable.
Recuerdo
el primer partido que lo vi jugar con nuestra camiseta: fue un amistoso en el
Estadio Ciudad de La Plata, contra el Bolívar, hacia muchísimo frío El muchacho
debuto con un gol, de penal, aquel 26 de Julio de 2008. Después vinieron muchos
otros: contra Boca, San Lorenzo, Independiente…y el mas recordado, el empate,
que sería triunfo, en el Mineirao (me parece estar viéndolo con sus brazos abiertos
y sus ojos cerrados).
Por estas
horas, es más probable su salida que su permanencia y desde aquí no se hará un
juicio de valor al respeto: cada uno defiende lo que cree justo y nada más que
eso.
No se
como terminará la novela, lo que si se es que yo también tengo a mi “Marcelito
Trobbiani”, cuando discuta con mi hijo de fútbol, seré yo el que termine la discusión
diciendo “vos háblame del jugador que
quieras, pero no va a haber, en la historia, uno mejor que Gastón Fernández”.
Gracias
por todas las alegrías Gata, esas que son infinitamente más grandes que los
sinsabores.
7
Abrazos!
Muchacho entiendo perfectamente de lo que hablas.
ResponderBorrarMi primera reacción cuando mi viejo me contó que venía la Gata, fue ese jugadorcito (no porque lo creyera malo) de River, no lo veía como jugador para El pincha, creo mas por prejuicio que por otra cosa. Pero con el correr de un par partidos me convenció que tenia potencial para ser un jugador para Estudiantes.
Y siento algo parecido a lo que describís.
Muy bueno tu homenaje, Manu...
ResponderBorrarImagino lo contento que estarás ahora que sabemos que la Gata se queda.
Todos tenemos nuestra 'debilidad' futbolística, el ídolo aquel frente al cual no hay comparaciones posibles, no ya desde lo técnico o desde el talento, sino desde lo afectivo. Aquél que alguna vez 'nos rompió el corazón'...
Yo lo dije muchas veces y hasta alguna vez se publicó por allí: cuando era chico yo 'era' el Beto Infante. Moría por él.
Sí, aquel que con 180 tantos está 2do en la tabla de goleadores históricos del Club, superado sólo por el Payo Pegrina (221).
El mismo que inventó la rabona cuando todavía nadie lo había hecho...
En fin, excelente una vez más tu nota.
Un abrazo.
Gracias por el comentario Lion querido!
BorrarRecien retomo la actividad luego de unas lindas vacaciones.
Me entere de la renovacion de Gaston en la playa, y fue una gran alegría...este post quedará, afortunadamente, solo como una demostración de afecto, mas no de despedida.
Saludos
...
ResponderBorrarBuenas tardes
Manu, lo que te pasa a vos con la Gata (me imagino que estarás contento: hay Gata para rato) a mí me pasa con el Chapu al que considero el mejor jugador de toda la historia del fútbol mundial
Son gustos, prefiero un quite a una rabona y que pisen al rival antes que a la pelota...
Pero bueno, en un equipo se necesitan distintos tipos de jugadores
Abrazos
...
Sin dudas que un equipo necesita de jugadores con distintas habilidades, lo importante es que se complementen, como ha pasado en Estudiantes en esta etapa gloriosa de 2006-2010.
BorrarGracias por comentar dr., sean bienvenidos los comentarios de todos los que quieran opinar sobre nuestro amor en comun.
Saludos!
Hola Manu! Podrías por favor enviarme un e-mail de contacto?
ResponderBorrarHola, preferiría que me envíes por este medio tu correo electrónico, no voy a publicar ese comentario, quedate tranquilo desde ya.
BorrarSaludos.