sábado, 3 de diciembre de 2011

Es Estudiantes


Otra vez. Ese sentimiento de nuevo. Aparece por estas horas y se mantiene. Omnipresente. Tiene ese sabor agridulce de saber que hay una parte nuestra que quiere una cosa, pero hay otra parte que acepta una decisión tomada por una persona que cuando toma decisiones es por algo infinitamente meditado.
Pero uno no se resiste a creer que el domingo próximo llegara ese día que nadie nunca jamás quiso que llegue: el día del retiro, de la colgada de botines, del último sorteo de capitanes, del último “Bruja Bruja” con palmas levantadas incluidas.
El egoísmo aparece, brutal y penetrante, nos moviliza a pedirle mas a una persona (aunque no estoy muy seguro que sea una persona, creo que la ciencia deberá revisar la clasificación antropológica, no puede ser que estemos hablando de un simple mortal…de hecho aseguro que no estamos hablando de un simple mortal) que ya ha dado todo lo que prometió que nos iba a dar y mas, siempre mas.
Sucede que uno ve el partido de hoy, revisa los rendimientos individuales y…si…otra vez…la figura es EL. Figura sin discusión, sin pelear la medalla dorada con nadie. Pinceladas o escobazos por acá, escobazos por allá, marca, carácter, temple…en fin.
Entonces nuestro amigo viene, se posa sobre nuestro hombro cual diablito de todo dibujito animado que presenta ese tremendo escenario dilemático de lo que esta bien y lo que esta mal, y nos dice: “vez, le sobra para seguir…gritale! Gritale que la estire seis meses mas! Dale”…y uno grita y no sabe muy bien porque grita, o si sabe, pero interiormente hay algo que no lo deja todo lo cómodo que desearía: no tenemos derecho a pedirle nada, ni seis meses, ni dos minutos ni nada más. Nos ha dado los mejores años de su futbol, nos devolvió a ese lugar que alguna vez mi viejo me contó que un tal Zubeldia nos había llevado, nos rescato de lo mas profundo de la mediocridad y hoy decide poner punto final a esta etapa. Merecido lo tenés Sebastian. Ojala la vida te devuelva algo de todo lo que nos has dado.
Lo que pasa es que este muchachito (empleado caracterizado para algunos que todavía piensan que la sabiduría la dan los años y no los actos, pobres ellos) sigue rompiéndola. Hermano afloja! No nos vas a dejar otra alternativa que pedirte todos los días que te quedes.
De todas maneras, hay un punto en el que nos estamos equivocando.
Al finalizar el partido el grito de guerra fue “la Bruja no se va, la Bruja no se va”…
Sin dudas que no se va, eso no hay que pedirlo, nunca se irá a ninguna parte porque no puede irse de si mismo: uno tiene la eterna responsabilidad de cargar con uno mismo para toda la vida. Y decir Veron es decir Estudiantes de La Plata, por tanto, nunca podrá irse de eso que es. Veron es Estudiantes.
Cuentan que en su más extrema soledad la pelota ha empezado a lagrimear.

7 Abrazos!

1 comentario:

  1. manu ecelente como siempre y la bruja no se va...............gracias bruja



    charly

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