Lunes por la noche. Salgo
presurosamente (con muletas incluidas) de rendir un parcial que definitivamente
no fue el mejor resuelto y prendo la radio para tratar de escuchar los últimos
minutos del partido. Nada. Me encuentro con esas típicas canciones que ponen
las radios cuando tienen un agujero en su programación. No entendía muy bien lo
que estaba pasando: tengo dificultades para rendir un parcial de Costos para la Gestión , pero si hay algo
que se es que si un partido de futbol comienza a las 19.15 hasta las 21, por lo
menos, no termina.
Ya en mi casa me desayuno con los
acontecimientos. Vomitivo. Repugnante y repudiable desde donde se lo mire. La
actitud de estos sujetos ya ha sido calificada en muchos medios así que sería
seguir diciendo lo mismo que ya se ha dicho. Una organización ilícita que solo
piensa en sacar un rédito económico a costas de una Institución que hace de la
familia un tesoro innegociable.
Pero no se llevaron de arriba “la
jodita”. O mejor dicho, “la jodita” sirvió para que, una vez más, quede en
claro quienes están defendiendo la camiseta dentro de la cancha. Con esto
quiero decir qué clase de personas, con que valores y sentido de pertenencia.
El tipo no necesitaba hacer eso
que hizo. Podría haber chamullado un poquito a Lucchetti, al árbitro, al jefe
del operativo o a quien sea y hasta por ahí el partido se reanudaba. O,
simplemente, esperaba que el juez determine la suspensión, levantaba los
brazos, aplauso para los verdaderos hinchas, ducha y a casa…pero no…Veron es
diferente. Veron, ese genio que esta por cerrar una carrera brillante, llena de
logros, conquistas internacionales, fama, dinero y muchos etcéteras
interminables, fue por más.
Los enfrentó cara a cara, sin
reparos, sin anestesia. El mensaje fue contundente: “te metes con Estudiantes,
te metes conmigo”. Y así los invito a pelear, se acordó de todos sus familiares
y los aplaudió irónicamente. Ese es Veron. El que vuelve por la gloria. El que
viene a salir campeón…y sale campeón: de acá, de más allá y de todo. Y con él, también
otros leones que nos llenan de orgullo: ver a Gastón Fernández con esa actitud,
a ese pibe que salio de un lugar diametralmente opuesto a lo que es Estudiantes
de La Plata ,
solo debe dejarnos orgullosos: la mística no es joda muchachos. Mística es no
claudicar dice la frase: eso estaban haciendo Veron, La Gata y compañía: estaban
dando otra batalla, como tantas otras. Eligieron no hacerse los boludos, no
mirar para otro lado y enfrentar las cosas como los hombres las enfrentan: con
coraje, decisión y severidad.
Deseamos que desde la Comisión Directiva
hasta ese pibe que hoy esta yendo a la sede a hacerse socio, todos luchemos
juntos para que Estudiantes de La
Plata sea lo que siempre ha sido: una verdadera familia.
Como conclusión optimista podemos
decir que dentro de toda esta locura sigue existiendo otro mundo posible: el
que pensaron Mangano y Don Osvaldo. El que nos mostró Carlitos Cajade. El que
hoy defiende Veron…
7 Abrazos.
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