Como alguna vez escuche decir, “todo tiene una explicación”, así que les propongo transitar juntos el camino del análisis (tan brutal como honesto y prudente), para poder tratar de entender que paso ayer en el ya incomodo estadio Ciudad de La Plata.
Es bastante difícil comprender como se puede jugar tan bien y tan mal a lo largo de un mismo partido. Sin lugar a dudas, un equipo se desliza durante los 90 minutos por un carretel que lo conduce a un alto nivel, pero que también por momentos lo ubica en una performance mas baja. La clave esta en aprovechar los momentos buenos y soportar, con inteligencia, los malos pasajes del partido. Asimismo, se debe conseguir que el rendimiento superlativo se mantenga la mayor cantidad de tiempo posible y que, obvio y fundamental es lo que sigue, el bajón se minimice a su mas reducida expresión.
Estudiantes de La Plata tuvo anoche veinticinco (poco mas, poco menos) minutos de muy alto nivel: profundidad (vértigo), buen toque, desborde por sus laterales-mediocampistas, buenas sociedades (Mercado-Carbonero, Veron-Gata) y finalmente, los ansiados goles.
Un comienzo así nos ubicaba en un escenario por demás alentador: resultado a favor, control de la pelota, buenos rendimientos individuales de mitad de cancha hacia delante.
Pero todo empezó a complicarse. El rival (perdido por perdido) empezó a inquietar tímidamente por la banda derecha, es decir, identificó por la izquierda de nuestra defensa cierto déficit, y no se equivocó: Iberbia sumo mucho en ataque, no se puede negar, pero en defensa no ayudó como el equipo lo necesitaba, mas con el resultado a favor. Por otro lado, debemos reconocer (aunque personalmente me duela y me cueste aceptarlo) que German Re no es ese colorado aguerrido que nos tenía acostumbrados a irradiar seguridad y firmeza: titubea mucho mas de la cuenta, no esta rápido ni ágil para anticipar. Mas allá de esto, paradoja del destino, los dos goles del visitante vinieron por el otro lado: un Mercado mas preocupado por atacar que por defender, sumado a un Cellay que no termino de acomodarse nunca en el partido, tal es así que fue (tardíamente, lo mereció antes) expulsado. Si a esto le adosamos que el Chavo tampoco fue el de siempre y que Justo Villar deberá asumir la responsabilidad del primer gol (mínimamente), nos encontramos con una ensalada de frutas bien agria y poco saludable.
En el medio campo se noto, mas que nunca, la ausencia de Braña: Matías Sánchez ayer no estuvo a la altura del partido, pego de mas, a veces quedo tan desordenado que recurrió a patadas muy violentas (recuerdo una en el primer tiempo que si impacta al adversario todavía lo están juntando) y cuando el partido pedía tranquilidad se encargo de aportar desconcierto. La Bruja nos regalo muy buenos veinticinco minutos iniciales (¿será que es el reloj del equipo?) y luego fue bajando su nivel en tanto el equipo no lo acompaño y él empezó a sentir la falta de ritmo a causa de la recuperación del maldito tobillo.
Los delanteros cumplieron, llegaron al gol y mostraron buenas asociaciones, pero en el segundo tiempo no les llego la pelota casi nunca con claridad como para seguir creando situaciones que lastimen al equipo sanjuanino.
Dejando de lado los rendimientos individuales, debemos señalar nuestro desacuerdo con la estrategia que el cuerpo técnico determino para la segunda parte: consumado el descuento de la visita, hubiera sido saludable volver a las fuentes, con dos líneas de cuatro bien plantadas, la salida de Cellay, por el hecho de su amonestación y la inclusión del chino Benítez para aportar tranquilidad y manejo en el mediocampo. No solamente que esto no sucedió, sino que el cuerpo técnico decidió meter cambios que no logramos dilucidar: el cambio de Carbonero se da porque venia disminuido físicamente por una gripe (fiebre incluida), pero el tema aquí es la inclusión de un desdibujado Galván ( si no fue de arranque, en ese momento debió entrar el chino); luego saltaron a la cancha M. González y JL.Fernandez en reemplazo de la bruja y la gata: puedo aceptar que la bruja estaba cansado y necesita tiempo para agarrar ritmo, pero no entra en mi cabeza que haya salido Gastón, el equipo necesitaba su cuota de inteligencia para manejar la pelota lejos de nuestro arco. Y, encima, los que entraron no aportaron nada nuevo: solo desconcierto, verticalidad por la verticalidad misma, nada de control de pelota y tranquilidad para bajarle el ritmo al partido.
Es indudable que hay con que, sino no hubiesen existido los primeros 25 minutos. Lo importante ahora es encontrar solidez defensiva, ya quedo demostrado que los goles tarde o temprano llegan, porque los delanteros que tiene este equipo son de primer nivel. El primer objetivo ahora tiene que ser mantener la vaya propia invicta por unos cuantos partidos, apostar al dominio de la pelota, a la tenencia del balón como herramienta ofensiva, pero fundamentalmente defensiva.
Desde aquí seguimos confiando plenamente en este grupo, en todos, y repudiamos los silbidos de algunos sectores al final del partido. Sucede que es cierto aquello de que “los boludos son como las hormigas: están en todos lados”. A la muchachada silbadora la invito a repasar tan solo un poco la historia más reciente de nuestra Institución. Les pido que miren partidos de la década del 90 y luego alguno, el que quieran de 2006 a esta parte. Les aseguro que si todavía les quedan ganas de silbar deberán reducir sus dosis diarias de psicofármacos, o aumentarlas, uno nunca sabe.
Estudiantes de La Plata nos necesita a todos tirando para el mismo lado, ahora mas que nunca debemos apoyar y ser críticos pero con honestidad y prudencia.
La revancha es el martes y allí estaremos alentando a nuestra hermosa camiseta.
7 Abrazos!
Coincido en parte con la nota. Me parece que Gata F. jugò muy flojo partido y debiò salir antes.
ResponderBorrarNo le reprocho nada a Iberbia ( muuuucha sangre el pibe ehhhh)...y los desacoples atràs son llamativos , pelotas que se pierden en el medio por traslados innecesariamente lentos y prolongados ante rivales que te salen a apretar ahi... me parece qe falta trabajo en eso . Tambièn .....hay que terminar las jugadas , patear al arco tampoco estarìa mal , y no dar por cerrados los partidos por mas ventaja que se tenga. Los silbidos , si bien muy pocos, me parecen muy desubicados , hay que tener paciencia. No se si a Sebastian le viene bien el tema selecciòn, no serà una presiòn màs que lo exige fisicamente y traerà sus consecuencias ?