domingo, 29 de mayo de 2011

Ni siquiera se la vendio

Tristeza. Onda y fatal. Corre por el cuerpo de cualquiera de los que sentimos y amamos a estos colores, después de tan opaca actuación. Un equipo desdibujado, pálido, anémico.
Hay un episodio (bastante viejo por cierto) de una serie de dibujos animados en el cual el pequeño Bart le vende su alma a su mejor amigo, a cambio de unas monedas. Al principio estaba exultante por su gran negocio, ya que no suponía que la venta de su alma le iba a traer problema alguno. Con el paso del tiempo comenzó a sentir que algo le faltaba o, mejor dicho, comenzó a NO sentir: nada le causaba gracia, nada lo conmovía ni lo movilizaba.
Si al menos Estudiantes de La Plata le hubiera vendido su alma a Independiente nos quedaría el consuelo de analizar que hacer con las monedas…pero ni eso…no hubo tal venta, directamente fue una donación: Estudiantes de La Plata le regaló su alma al equipo de Avellaneda.
El primer tiempo encontró a dos equipos discretos que no sabían muy bien que hacer con la pelota: Estudiantes de La Plata tuvo una opción clara de gol que contuvo bien Hilario y nada más; Independiente generó algunas aproximaciones (gol mal anulado incluido), hasta que llegó esa ultima jugada en donde Galeano (si, leyó bien, Galeano) se saco a una marca de encima y puso el balón bien abajo y alejado Orión.
Decimos que hoy se ha regalado el alma porque se dieron ciertas situaciones que no pueden aceptarse en un club como Estudiantes de La Plata, dos puntuales: infinidad de posiciones adelantadas generadas por distracciones propias, porque si me convencen que Independiente tiró bien el off side les juro que cierro el blog y me pongo una rotisería en plaza Sarmiento; tres amonestaciones por protestar, sin sentido alguno, ya que no eran jugadas determinantes que puedan condicionar al arbitro. Estas cosas marcan la pauta que algo no esta bien: se puede jugar bien, mal o mas o menos, ese no es el punto, pero  no podemos renunciar a nuestra esencia.
En el segundo tiempo se firmo el certificado de defunción de un cuerpo técnico que demostró su incapacidad para conducir a un plantel que aspiraba a mucho y se esta quedando con casi nada…
De todas maneras debemos ser justos con Berizzo: no cualquiera es capaz de romper tantos récords como lo hizo este buen tipo (repito, mi abuelo también era un buen tipo, solo que por eso no era considerado para dirigir a un plantel profesional de futbol). Sucede que todos los récords que consiguió fueron negativos. Logró que cualquier hijo de vecino nos meta dos o tres goles como si nada, consiguió desinflar a dos carrileros que, lejos de emular a Cafu y Roberto Carlos en sus mejores momentos, se perfilaban para ser de esos jugadores cumplidores (Mercado e Iberbia), le quitó la pegada al Chino,  la garra al Chapu, condenó a Enzo a las limitaciones de la banda (y cuando se dio cuenta que debía liberarlo ya era tarde), consiguió que La Gata deje de hacer goles importantes…
Ironías de lado, debemos mirar hacia delante: desde aquí estamos plenamente convencidos que hay jugadores como para que este proyecto iniciado hace bastante (personalmente creo que con la venida del gran “Salvador”, Carlos Bilardo) continúe, en principio con Juan Sebastian Verón dentro de la cancha ( Gracias Bruja por querer retirarte de la mejor forma, no hay dudas de lo que sos para un verdadero hincha de Estudiantes de La Plata) y luego con muchachos que tienen la capacidad para asumir el legado. Se irán varios jugadores, vendrán otros, deberemos mirar hacia las inferiores y elegir a un cuerpo técnico capaz de entender lo que es esta institución…
Me acaba de llegar una noticia muy importante: cuentan que desde el cielo bajó hacia el infierno un Zorro y le arrebató al diablo lo que Berizzo le había regalado hoy por la tarde: el alma de Estudiantes de La Plata vuelve a estar en su lugar.

7 Abrazos!

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