Ayer comenzó el torneo local para
Estudiantes de La Plata: triunfo 2 a 1 en condición de local sobre Arsenal de
Sarandí, dando vuelta un partido que pintaba para problema y terminó en alivio.
Corregir ganando es siempre más fácil
pero requiere de un nivel de autocrítica tal que permita visibilizar las
falencias a ajustar (ayer el equipo de Matosas tuvo y muchas).
Antes de meternos de lleno en el análisis
del partido, contextualicemos, porque es importante darle el marco de
referencia que se merece cada una de las situaciones que pretendemos analizar:
Estudiantes de La Plata se encuentra en una etapa de armado, luego de sufrir varias salidas
(algunas muy importantes) y recibir un aluvión de incorporaciones, incluyendo
nuevo cuerpo técnico. La más probable es que Matosas aun no haya podido
disponer en el campo a su once ideal, en algunos casos por lesión (Dubarbier),
en otros casos por falta de tiempo de adaptación (Alemán) o sencillamente
porque aun no ha encontrado a esos once que, complementados, ofrezcan el mejor
rendimiento como conjunto.
El partido de ayer fue una
muestra más de que el equipo requiere algunos cambios de nombres y mayor claridad
en la estrategia a desarrollar.
Empecemos por la cuestión
estratégica. ¿Cuál es el plan? ¿Cómo se supone que Estudiantes de La Plata va a
impedir que le conviertan y lograr goles en el arco rival? Se vislumbran
ciertos conceptos pero aun no se logran plasmar en la cancha durante un lapso sostenido. Se sabe que Matosas es amante de la presión alta, el juego
de posesión sin perder la verticalidad, el achicamiento de líneas hacia
adelante. También, volviendo a poner en contexto la situación, hay que decir
que este es el cuarto partido de este ciclo, con una pretemporada en el medio,
con jugadores yéndose y jugadores recién llegados. Aun Matosas no encontró los
mejores intérpretes para su plan de juego o, si los encontró, todavía no están aceitados
los mecanismos para que la maquina funcione como el técnico espera.
Ahora vayamos a los nombres.
Antes de continuar, una aclaración: lo que se escribe en este espacio parte del
respeto hacia las personas que se enuncian y con el solo objetivo de querer
aportar una opinión más a todas las demás (todas válidas y respetables).
Estudiantes de La Plata necesita renovar algunas de sus líneas, darle aire
fresco a sectores de la cancha clave, aunque haya que transitar momentos de
zozobra como es de esperar ante cambios importantes. El arco tiene dueño, pero
la línea defensiva pide a gritos una lavada de caras. Sánchez, de bajísimo nivel,
deberá pelear el puesto mano a mano con el recién llegado Catalan; la dupla
central necesita un cambio, aunque es cierto que los recambios son jóvenes con
poca experiencia, al menos uno de los dos actuales titulares deberían ceder su
puesto; Diarte parece haberse adueñado del lateral izquierdo a fuerza de
corrección táctica y entrega.
Algo parecido sucede en el doble
5. La llegada de Zuqui es una muy buena noticia. El mendocino demostró que
viene con muchas ganas, mas allá de las aptitudes técnicas y físicas con las
que cuenta. El compañero de Zuqui es el tema: Damonte, Braña o Cascini asoman
como las alternativas. Personalmente y en principio me inclinaría por Braña,
teniendo muy en cuenta que, dependiendo del partido, Cascini podría ser un buen
elemento para unir la defensa con la línea de mediocampistas ofensivos.
En esa siguiente línea de,
aparentemente, tres mediocampistas/medias puntas/delanteros aparece una certeza
y muchas dudas. Gastón Nicolás Fernández, en dos partidos, demostró que esta intacto:
técnica, pase claro, lucidez conceptual. El tema es que La Gata requiere mejor compañía
que la que hoy le brindan Lucas Rodríguez y Otero: Tití no logra terminar de
concretar lo que insinúa y el colombiano tiene serios problemas para el
retroceso que no compensa con aportes relevantes en ataque. A todas luces,
éstos parecen los cambios más fáciles de hacer: Dubarbier, cuando se recupere,
es número puesto para ubicarse por izquierda, quedando el sector derecho, por
ahora, sin dueño aparente. El ecuatoriano Alemán mostró cosas interesantes,
pero necesita tiempo para adaptarse a un nuevo país, otro futbol, y otros
compañeros. Además, se lo notó más cómodo por izquierda que por derecha. Lucas
Melano surge como otra alternativa, aunque quizás tirado a la banda pierda
desequilibrio individual. Borgnino, Luguercio, Cejas son otras alternativas.
El centrodelantero tiene nombre,
apellido y un corazón para correr y matarse a palos con los centrales
contrarios digno de aquel que se fue hace ya varios años atrás. Pavone necesita
mayor y mejor abastecimiento, menos lucha y mas pelotas que lo dejen de cara al
gol.
En conclusión, es saludable una
victoria en tiempos de búsquedas y más saludable será que Matosas logre plasmar
un patrón de juego claro, más allá de acomodar cuestiones táctico-estratégicas
puntuales en determinados partidos antes ciertos rivales. Para eso, es
imperioso trabajar intensamente y tomar decisiones tan incómodas como
necesarias.
7 abrazos!
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