martes, 29 de agosto de 2017

TRABAJO Y DECISIONES

Ayer comenzó el torneo local para Estudiantes de La Plata: triunfo 2 a 1 en condición de local sobre Arsenal de Sarandí, dando vuelta un partido que pintaba para problema y terminó en alivio.

Corregir ganando es siempre más fácil pero requiere de un nivel de autocrítica tal que permita visibilizar las falencias a ajustar (ayer el equipo de Matosas tuvo y muchas).

Antes de meternos de lleno en el análisis del partido, contextualicemos, porque es importante darle el marco de referencia que se merece cada una de las situaciones que pretendemos analizar: Estudiantes de La Plata se encuentra en una etapa de  armado, luego de sufrir varias salidas (algunas muy importantes) y recibir un aluvión de incorporaciones, incluyendo nuevo cuerpo técnico. La más probable es que Matosas aun no haya podido disponer en el campo a su once ideal, en algunos casos por lesión (Dubarbier), en otros casos por falta de tiempo de adaptación (Alemán) o sencillamente porque aun no ha encontrado a esos once que, complementados, ofrezcan el mejor rendimiento como conjunto.

El partido de ayer fue una muestra más de que el equipo requiere algunos cambios de nombres y mayor claridad en la estrategia a desarrollar.

Empecemos por la cuestión estratégica. ¿Cuál es el plan? ¿Cómo se supone que Estudiantes de La Plata va a impedir que le conviertan y lograr goles en el arco rival? Se vislumbran ciertos conceptos pero aun no se logran plasmar en la cancha durante un lapso sostenido. Se sabe que Matosas es amante de la presión alta, el juego de posesión sin perder la verticalidad, el achicamiento de líneas hacia adelante. También, volviendo a poner en contexto la situación, hay que decir que este es el cuarto partido de este ciclo, con una pretemporada en el medio, con jugadores yéndose y jugadores recién llegados. Aun Matosas no encontró los mejores intérpretes para su plan de juego o, si los encontró, todavía no están aceitados los mecanismos para que la maquina funcione como el técnico espera.

Ahora vayamos a los nombres. Antes de continuar, una aclaración: lo que se escribe en este espacio parte del respeto hacia las personas que se enuncian y con el solo objetivo de querer aportar una opinión más a todas las demás (todas válidas y respetables). Estudiantes de La Plata necesita renovar algunas de sus líneas, darle aire fresco a sectores de la cancha clave, aunque haya que transitar momentos de zozobra como es de esperar ante cambios importantes. El arco tiene dueño, pero la línea defensiva pide a gritos una lavada de caras. Sánchez, de bajísimo nivel, deberá pelear el puesto mano a mano con el recién llegado Catalan; la dupla central necesita un cambio, aunque es cierto que los recambios son jóvenes con poca experiencia, al menos uno de los dos actuales titulares deberían ceder su puesto; Diarte parece haberse adueñado del lateral izquierdo a fuerza de corrección táctica y entrega.

Algo parecido sucede en el doble 5. La llegada de Zuqui es una muy buena noticia. El mendocino demostró que viene con muchas ganas, mas allá de las aptitudes técnicas y físicas con las que cuenta. El compañero de Zuqui es el tema: Damonte, Braña o Cascini asoman como las alternativas. Personalmente y en principio me inclinaría por Braña, teniendo muy en cuenta que, dependiendo del partido, Cascini podría ser un buen elemento para unir la defensa con la línea de mediocampistas ofensivos.

En esa siguiente línea de, aparentemente, tres mediocampistas/medias puntas/delanteros aparece una certeza y muchas dudas. Gastón Nicolás Fernández, en dos partidos, demostró que esta intacto: técnica, pase claro, lucidez conceptual. El tema es que La Gata requiere mejor compañía que la que hoy le brindan Lucas Rodríguez y Otero: Tití no logra terminar de concretar lo que insinúa y el colombiano tiene serios problemas para el retroceso que no compensa con aportes relevantes en ataque. A todas luces, éstos parecen los cambios más fáciles de hacer: Dubarbier, cuando se recupere, es número puesto para ubicarse por izquierda, quedando el sector derecho, por ahora, sin dueño aparente. El ecuatoriano Alemán mostró cosas interesantes, pero necesita tiempo para adaptarse a un nuevo país, otro futbol, y otros compañeros. Además, se lo notó más cómodo por izquierda que por derecha. Lucas Melano surge como otra alternativa, aunque quizás tirado a la banda pierda desequilibrio individual. Borgnino, Luguercio, Cejas son otras alternativas.

El centrodelantero tiene nombre, apellido y un corazón para correr y matarse a palos con los centrales contrarios digno de aquel que se fue hace ya varios años atrás. Pavone necesita mayor y mejor abastecimiento, menos lucha y mas pelotas que lo dejen de cara al gol.

En conclusión, es saludable una victoria en tiempos de búsquedas y más saludable será que Matosas logre plasmar un patrón de juego claro, más allá de acomodar cuestiones táctico-estratégicas puntuales en determinados partidos antes ciertos rivales. Para eso, es imperioso trabajar intensamente y tomar decisiones tan incómodas como necesarias.


7 abrazos! 

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