Ahí estas. Radiante. Brutalmente
radiante. Como siempre.
No me mires así, ya sé que me
alejé por un tiempo. ¿Cuánto fue? 3 o 4 años, no sé, se parece bastante a una
eternidad. Pero acá estoy, otra vez.
¡Mira que linda estas!…cada día más
hermosa, cada año más elegante, única.
Tampoco me vengas a decir que no
pudiste vivir sin mí. Desde lejos veía como coqueteabas con algunos otros. Pero
eso no importa. Entiendo que no podes esperarme, que la culpa fue mía, lo
admito.
Vuelvo a tratar de conquistarte. Sé
que no sos fácil y que muchos cortesanos, que ven la misma hermosura que yo veo
en vos, también tratarán de seducirte. Aunque a
veces pienso que estamos hechos el uno para el otro y, mas allá de que muchos coquetearon
con vos y te conquistaron, el amor que nos sentimos es verdadero, inseparable,
profundo, infinito.
Pienso que esta noche voy a
volver a verte y me sudan las manos. Tartamudeo como un chico que no sabe
explicar lo que le pasa. Busco el mejor traje para verme elegante y darte una
buena primera impresión. Pero vos ya me conoces. Sabes que puedo darte y sabes
qué no. Tenés en claro que daría mi vida por vos, si es necesario. Por vos,
todo.
En cuanto a mí, ¡me tendrías que
ver! Ya me vas a ver. Estoy renovado, jovial, exultante por esta oportunidad
que surgió medio de suerte. Y a la suerte hay que ayudarla y eso quiero hacer.
Repaso fotos viejas y los ojos se
llenan de lágrimas. Alegría, por supuesto. Emoción. ¡La puta que sos linda,
che!
Hoy nos volvemos a ver…espero que
por mucho tiempo.
TE AMO.
7 Abrazos.
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