martes, 17 de febrero de 2015

Jerarquía y Trabajo

“Estudiantes de La Plata ganó bien”. Leeremos esas palabras en más de un portal de deportes, en más de un diario local o capitalino. Y la pregunta que surge es ¿se puede ganar mal? ¿Qué es ganar mal? O, inclusive ¿Qué es ganar bien? En alguna oportunidad abordamos ese tema en este espacio, y hasta compartimos las palabras del gran OsvaldoArdizzone en relación a esto. Estudiantes de La Plata ganó y eso es imposible de negar, aunque hay cada muchacho dando vueltas por ahí que de tanta pavada edulcorada un día va a decir que el que ganó no ganó, a esta altura es lo único que falta escuchar o leer. Pero volvamos al punto: Estudiantes de La Plata ganó y eso quiere decir que jugó mejor que el rival, por lo menos desde nuestra mirada, la mirada zubeldiana de las cosas, entre ellas el fútbol profesional. Si ganas, fuiste mejor. Bien, mal, lindo, feo, aburrido, divertido. Todos vocablos alejados de nuestro pensamiento. Mejor o peor que el rival, porque siempre hay un rival al que hay que tener en cuenta, al que hay que analizar para reconocer fortalezas y debilidades y, a partir de ahí, diseñar la estrategia para prevalecer.

Estudiantes de La Plata fue mejor que Arsenal. Y fue mejor que sí mismo, haciendo una comparación con partidos anteriores. Mayor volumen de juego, mayor asociación entre jugadores, líneas más compactas, defensa más sólida. Sin ser brillante (sería excesivo pretender brillantez en la primera fecha de un torneo), se superó a sí mismo y es lo importante: superarse.

¿Cuáles fueron las causas de ese rendimiento? Comencemos de atrás para adelante, que así deben construirse los equipos que pretenden trascender.

Hilario Navarro, paulatinamente, está comenzando a entregar mayores garantías en el arco. Mas allá de algún error puntual, el correntino brindó mayor confianza debajo de los tres palos e inclusive, se lo vió más seguro saliendo a cortar algún centro. Rechazó un tiro libre de Chavez y salvó un cabezazo con ayuda del palo (vale decir que regaló de manera infantil el córner que generó esa situación riesgosa, la más clara del rival).

Los cuatro defensores (¿titulares?) tuvieron una buena tarde en general, destacándose la aparición de una de las incorporaciones que vino para jerarquizar esa zona del campo: Sebastián Domínguez demostró la clase de jugador que es. En las primeras 3 entregas a un compañero, el ex Vélez, marco la diferencia existente con su antecesor (Shunke): tres pelotas al pie del compañero mejor ubicado. Primer pase prolijo para iniciar la jugada limpia. Apoyado en ese juego de Domínguez, se vió a un Desabato menos expuesto, con un menor recorrido de cancha, mas afirmado en su sector y eso lo favorece al Chavo que cuando debe salir lejos del área muestra sus mayores falencias, por obvias razones. Los laterales uruguayos evidentemente son vistos por los rivales como una amenaza concreta: con Independiente del Valle el jueves y contra Arsenal ayer, se vió cómo Aguirregaray y Pereira eran fijados por marcadores rivales. Y es que el rival analiza a Estudiantes de La Plata. Muy pocos se han quedado con esa idea de  “no importa quién sea el rival, nosotros impondremos nuestro juego sin que nos interese quien está en frente”. Más de un cachetazo ha sufrido esa corriente de pensamiento. El vasco esta más ordenado, menos frenético. Siempre tiene algún que otro arranque en donde sostiene la redonda más tiempo de lo que debería, pero es notoria su mejoría. Pereira insinúa más de lo que realmente desarrolla en el campo. Ajustó la marca y no es un dato menor: ganando confianza en esa faceta podrá ir soltándose hasta llegar a ser ese jugador que pudimos ver con la selección uruguaya. Desde aquí, creo que es cuestión de partidos y el moreno los tendrá.

“Hay que poblar el mediocampo y que se maten a patadas”. Palabra más, palabra menos, eso sostenía el inolvidable Argentino Geronazzo, ladero del gran Maestro, allá por los inicios de la década del 60, cuando se juntaban a darle forma a lo que luego fue el libro “Táctica y estrategia del Futbol” (pensar que hay grandes teorizadores que en su vida podrán bajar esa teoría a la práctica: estos tipos escribieron en un papel lo que desarrollaron en una cancha y la historia llego hasta Old Trafford). Tengo en mi poder una copia de esa hermosura de libro. Próximamente lo subiré, pero si alguien esta interesado, se lo hago llegar.

Estudiantes de La Plata mostró un mediocampo sensiblemente mejor que en los primeros partidos. Fundamentalmente debemos destacar el partido de  Gil, quien estaba siendo titular pero no terminaba de redondear actuaciones sobresalientes. Ayer sí lo hizo. Fue eje, unió líneas. Recibía la pelota (redonda, como se dijo) de Domínguez e iniciaba el ataque con criterio. También batalló al lado de Damonte cuando el partido lo requería. El platinado (Damonte) ofreció otra muestra de entrega y recuperación vitales en partidos como el de ayer. Es justo reconocer que Damonte no es de los jugadores que más le gustan a este servidor, pero es tan cierto eso como el deseo de que todo jugador que se ponga la camiseta de Estudiantes de La Plata la rompa en cada partido (uno puede tener mayor predilección por un jugador, pero eso no anula en absoluto, la alegría que supone que un jugador menos considerado sea el que resalte…siempre, lo más importante es Estudiantes de La Plata, por encima de los nombres y de los hombres). Por fuera, Barbona completó otro buen partido, mas teniendo en cuenta sus 19 años y su procedencia (de B Metro a Copa Libertadores, con una escala mínima en la B nacional) y Auzqui (espero que algún día deba escribir sobre Auzqui algo similar a las líneas anteriores cuando hablaba de Damonte) mostró que allí hay un sector en donde se deben encontrar variantes, que ya comenzaron a verse en Sarandí. El ingreso de Sanchez Miño por el mencionado Auzqui dejó en claro la diferencia de jerarquía entre uno y otro: una situación similar a la ocurrida en la zaga central. En un rato del segundo tiempo, el ex Boca aportó tranquilidad en la tenencia, pase corto, remate desde afuera: tardará poco en meterse entre los once titulares. Lo más difícil para el DT será encontrar la combinación justa entre tenencia, recuperación, verticalidad y dinámica para que ese mediocampo sea el mejor posible. Nombres no le faltan: Jara, Sanchez Miño, Damonte, Gil Romero, Barbona, Gil, Acosta, eventualmente Pereira, Auzqui y alguno más que pueda estar olvidando (a Román Martínez no lo cuento).

Arriba hay tres jugadores de gran nivel para dos lugares en tanto el DT sostenga esta disposición táctica. El día de ayer, Cerutti fue menos punzante pero tuvo apariciones muy peligrosas cuando pudo jugar mano a mano contra los centrales rivales. Carrillo pudo haber convertido en una ocasión clara (primer tiempo) pero el remate se fue desviado por poco. Rosso evidentemente está siendo bien considerado por el cuerpo técnico: nuevamente ingresó y mostró algunas cosas interesantes, inclusive pudo haber cerrado el partido si metía el segundo gol.

Estudiantes de La Plata ganó. Superó al rival y a sí mismo. Los refuerzos de jerarquía le pueden dar un salto de calidad al equipo. Las incorporaciones quieren sumar su parte. Lo único que queda es trabajar para que todo eso pase.


7 abrazos!

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