lunes, 8 de octubre de 2012

Ganando es mas fácil


El centro vino cerrado, y hubiera sigo gol olímpico si Trípodi no anteponía sus manos al grito de la popular, y la mandaba, nuevamente, al tiro de esquina, pero ahora, desde la izquierda. La gata corrió, presuroso, a ejecutarlo, mientras tanto, el Chino se hacia el tonto detrás de todos. La pelota le cayó al de Berisso como una bendición: Benítez impactó la pelota con su pie zurdo, pero ahí estaba el arquero de Quilmes, otra vez, aunque en esta ocasión el rebote fue inevitable y Duvan nos hizo delirar en el último suspiro, bien a lo Estudiantes de La Plata.

Empezamos por el final, porque es lo más importante en este y en todos los juegos que se hayan inventado: se ganó un partido fundamental, en un estadio en donde supimos conseguir grandes victorias, pero que, últimamente, nos traía más dolores de cabeza que alegrías.

Lo cierto es que Estudiantes de La Plata comenzó ganando, se lo empataron, lo pudo perder y lo terminó ganando. Así de frenético, así de cambiante.

Después de un primer tiempo parejo, sin claras situaciones de gol para ninguno de los equipos, pero con un dominio territorial evidente de Estudiantes de La Plata (que no garantiza absolutamente nada, seamos justos con esto: gana el que hace mas goles, no el que tiene mas tiempo la pelota o se para mas lejos de su arquero), el segundo tiempo nos mostró un equipo que junto sus líneas, y llegó a abrir el marcador gracias a una conexión que debe ser el camino a seguir: lateral desde la izquierda, Román de espaldas y de primera (como juegan los que de esto entienden un poco mas que la media general) se la pasa a Gastón Fernández; la gata (lúcido, como en pocos pasajes del partido, no fue la mejor producción de Gastón) abre hacia la derecha, asistiendo a Jara (buen segundo tiempo) que tira un centro atrás delicioso, para que Martínez (recordemos, había comenzado la jugada) la ponga allá arriba, a donde no llega ni Trípodi, ni todos los hinchas de Quilmes juntos…golazo.

Luego llega el cambio que nadie entendió (o por lo menos quien escribe, perdón por la generalización): afuera Jara, visiblemente cansado, adentro Alayes. El cambio no sólo es inentendible por los actores involucrados, sino por todo lo que generó a la postre: el mismo Leandro Desábato lo dijo minutos después de concluido el partido “hubo unos minutos que no sabía de que estaba jugando, nos desordenamos y nos empataron” (palabras mas, palabras menos). Que Jara estaba para salir no se discute, lo que todavía no se entiende es la elección del que ingresa,  y no por que sea Alayes, no tenemos nada contra el flaco, sino contra la decisión de un técnico que mandó a Re (de discreto partido como zaguero izquierdo) a la derecha, cerró a Shunke (el mejor de la defensa, para los que decían que ya nos estábamos reforzando para la B, a veces me pregunto cuanto dejaría de hablar la gente si se cobrara por decir pavadas), mando a Alayes de lateral izquierdo (si, están leyendo bien, de tres) y retrasó a Iberbia ( de buen partido) para que juegue de no se qué…en ese contexto es lógico que Desábato se haya perdido, como todos sus compañeros y por eso, y porque todo el equipo se retrasó, un poco por la tendencia actual de abrir el marcador y esperar que el rival salga para matarlo de contra (lo cual suena razonable), otro poco por el mensaje (indescifrable) del cuerpo técnico, Quilmes llegó al empate en una jugada sucia, producto de un equipo que atacaba como podía, y otro que defendía también como le salía…

Antes del empate, hay que decir que Estudiantes estuvo muy cerca de liquidar el partido, pero Gastón Fernández desperdició la oportunidad: quedó mano a mano contra el arquero e intentó cruzar el remate, pero el disparo murió en las manos de Trípodi. También Duvan (que pide a gritos la titularidad) pudo marcar tras una arremetida que no pudo culminar en gol.

Luego del empate, Quilmes pudo haberlo ganado: un centro desde la izquierda desfiló plácidamente por toda el área local sin que nadie la empuje, afortunademante, hacia adentro del arco del cada vez más sólido Justo Villar.

El final es conocido, los tres puntos quedaron en casa, pero esto (como bien dijo el chavo) no debe ocultar los errores que se cometieron: esperamos que se haga una buena lectura de lo sucedido (como ya Cagna ha demostrado que sabe hacer) para poder mejorar y consolidar a un equipo en formación, que sabe a lo que juega, al cual no le sobra nada, pero tampoco es menos que nadie…ganando siempre es mas fácil.

7 abrazos!

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