La derrota de ayer duele, sin
dudas que duele. Porque uno vio que se podía ganar, porque Estudiantes de La Plata no fue a ver que
pasaba a la hermosa provincia de Mendoza: con sus armas y sus limitaciones, le
presentó batalla a un Godoy Cruz que, hoy por hoy, tiene la pretensión de
pelear por un lugar entre los primeros cinco o seis lugares de la tabla de
posiciones.
Más el dolor o la bronca
(inherentes a cualquier derrota que nuestro amado Estudiantes sufra), no
convalidan olvidar lo que somos, lo que nos llevó a transformarnos en ese club
molesto para muchos; representantes de una escuela de fútbol, que mas que de fútbol es de vida…una manera de hacer la cosas, basada en el trabajo, la
perseverancia y la humildad.
Como todos saben, para nuestra
escuela, jugar bien es ganar y ayer Estudiantes no ganó, ergo, no jugó bien o,
siendo más justos, Godoy Cruz jugó mejor. Lo interesante de esto, es analizar
las causas que nos llevan a esta afirmación.
Durante el primer tiempo,
Estudiantes de La Plata
tuvo 3 situaciones de gol: en una, Maxi Núñez recibe una pelota encortada de
Gastón Fernández (el jugador mas lúcido y mejor dotado técnicamente, por lejos,
con el que cuenta este plantel) y define tibiamente; en la segunda opción, el
mismo Fernández dispara desde afuera del área y la pelota pasa cerca del arco
rival; en la última de esa primera etapa, Carrillo elige tirar débilmente al
arco en lugar de mandar un centro para que Núñez convierta. Mientras tanto, el
local no generaba ninguna aproximación incisiva: algún intento aislado de
Castillón, pero nada que inquiete demasiado a una defensa que, partido tras
partido, va ganando en solidez y confianza (los tres del fondo y Villar
incluido).
En la segunda mitad, Estudiantes
de La Plata
tuvo otras dos chances para anotar: una, muy clara, en los pies de Guido
Carrillo, que corrió varios metros con la pelota, pero no pudo definir eficazmente:
se acercó mucho al arquero ( en un mano a mano, cuanto mas cerca del arco, mas
lejos del gol, dicen los que saben) e intentó gambetearlo, pero Ibáñez se quedó
con la pelota; la otra, fue una jugada generada por Gastón Fernández, que apiló
a dos defensores dentro del área, enganchó, y al querer clavar la redonda en el
ángulo superior izquierdo, elevó demasiado el remate que se fue por encima del
travesaño. Por su parte, Godoy Cruz fue mucho más efectivo: eligió atacar por
el lado derecho de la defensa visitante (que contaba, por ese lado, con un apático
Mariano González, ingresado tras la lesión de Marco Gelabert) y obtuvo su
recompensa. En la primera, Justo Villar saca una pelota muy difícil tras una
media-chilena de Castillón (el local avisaba); la segunda oportunidad, ya no
fue desaprovechada: Mariano González, sin convicción alguna de poder quitar el balón,
se abalanzó precipitadamente hacia el delantero mendocino, quien con un caño lo
dejó fuera de la escena, para después tirar un centro preciso a la cabeza de
Mauro Óbolo, que le ganó en el anticipo a Desábato ( quien tiene cierta
responsabilidad, pero no la mayor, esos porotos son para Mariano González).
En síntesis, Estudiantes de La Plata llego cinco veces y
falló las cinco, Godoy Cruz llegó dos veces y metió una de esas dos: tan claro
como doloroso.
Por esto decimos que ayer no se
jugo bien, lo que no quiere decir que el equipo fue un desastre, sino que, buscó el triunfo pero fallo en las áreas y lo
pagó con la derrota.
Lo realmente importe, es que se
vislumbra una idea, hay una línea de juego que el equipo mantiene. El tema es
que no todos los actores son los mas indicados para desarrollarla: no sólo el
plantel es corto, sino que, además, los pocos que hay, no son los mas aptos,
hay un déficit muy claro por las bandas, solucionado en parte con Gelabert,
pero eso no alcanza (por el otro lado Iberbia es titular por descarte mas que
por elección), no hay suplentes que puedan responder (Jara, Mariano González…me
pregunto ¿tan bajos en su rendimiento están Modon y J.Silva?).
Dicho esto, no tomemos frases
como “merecimos tal cosa” o “que injusticia, tuvimos mas la pelota”: bien
sabemos que en el fútbol se gana con goles, no con merecimientos o tenencia de
balón, y ayer Godoy Cruz hizo uno mas que Estudiantes de La Plata.
Esto es largo, falta mucho aún,
debemos ser pacientes y realistas: los recursos son escasos, pero hay una idea,
solo con trabajo (que por lo que se puede apreciar, esta siendo realizado) se
reducirán las fallas y se jugara mejor que el rival, es decir, se ganará.
7 abrazos!
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