Villar regala otro gol (esta generoso el muchacho). Duvan lo
empata. Re juega un mal primer tiempo. Re juega un buen segundo tiempo. Román
la ve pasar por arriba. Auzqui deja todo y gana espacio entre los once. Maxi no
se saca el balde. Shunke cumple, siempre cumple. Gelabert por adentro, no. Gelabert
de cinco, no. Gelabert por derecha, si. Iberbia…
Eso es Estudiantes de La Plata : una suma de frases inconexas, un puñado de
buenas voluntades que no logra reencontrarse con el que prometía ser, allá por
la fecha once, cuando se trajo un empate de la Bombonera (cancha históricamente
esquiva) y sumaba más de la mitad de los puntos en juego (17 de 33 para ser exactos).
A partir del partido con All Boys algo cambió: el equipo frenó
su evolución, no supo mantener una línea de juego y ahora el campeonato lo encuentra
con 21 puntos sobre 45 (solo 4 de los últimos 12).
Lo importante del caso es buscar las razones por las cuales
pasa lo que pasa.
Como primera medida, no tenemos un plantel para aspirar a
mucho más: quien escribe, al principio del torneo, firmaba los 27 puntos (hoy
podemos negociar los 25). Lo que sucede, es que los resultados nos mostraban un
equipo que estaba tomando vuelo, muy de a poco, y de buenas a primeras (o no
tanto) la realidad nos cacheteó y nos ubico donde debemos estar: mitad de
tabla, levemente hacia arriba, aspirando a terminar el torneo lo más arriba
posible, sin mayores pretensiones.
Si bajamos a la cancha, debemos decir que el cuerpo técnico
ya utilizo tres esquemas diferentes: 4-4-2; 3-5-2; 4-1-4-1…lo llamativo, mas allá
del juego numérico, es que uno veía en el segundo planteo, que el problema no
estaba en los tres del fondo, de hecho se veía una buena complementación entre
ellos: el inconveniente lo teníamos (y lo seguiremos teniendo hasta fin de
torneo) por las bandas, mas precisamente por izquierda, ya que, por derecha,
Gelabert había aportado soluciones (recuerdo un gran partido en cancha de
Racing); pero Cagna decidió modificar el mencionado dibujo y optar por cuatro
defensores en la ultima línea, corriendo de lugar a Re (no se lo ve cómodo de
lateral derecho, por mas que sea una fiera el colorado) y bajando a Iberbia (lo
mas flojo de este torneo) de lateral por izquierda.
Otro aspecto que no esta siendo desarrollado de buena manera
es la pelota parada: Estudiantes no aprovecha la altura de sus cabeceadores, no
crea peligro a partir de algún tiro libre que pueda caer en el área rival.
Puntualmente ayer, Estudiantes de La Plata jugó un muy mal primer
tiempo y una segunda parte aceptable que termina empañándose por el gol en la
ultima jugada, gracias a un rechazo inentendible de Iberbia, con la cabeza,
hacia al medio y para atrás, cuando la pelota se iba al lateral, que habilita
al delantero de Argentinos para que tire un centro y deje a Núñez (mal marcado)
de cara al gol.
Quedan cuatro partidos para cerrar el torneo, habrá que
apuntar a conseguir una cantidad aceptable de puntos (seis seria algo
razonable, aunque también pretencioso, si solo tenemos en cuenta las ultimas
actuaciones), y entender que las cosas cambiaron, que no volvimos a los
noventa, pero que ya nos fuimos de la época de gloria (que no será la ultima
que le toque vivir a nuestro amado club), que hay que poner el pecho, decidir fríamente
y tener en cuenta que la situación económico-financiera de Estudiantes es
delicada. A partir de allí, debemos construir un futuro mejor.
7 abrazos!
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